Una Noche, Una historia.

Me desnudó y no esperaba que lo hiciera...

Antes de ir al encuentro, me propuse comprobar la teoría de que la seguridad es primero, obvio, tengo que probar el producto que vendo, sino sería una falsa, y una falsa es peor que una gorda.Si estoy aquí para ser lo que tengo que ser, como las rosas, nacieron para ser rosas, y son bellas por serlo. Yo soy gorda, aunque adelgazara (bien lo dijo mi gemela) seguiré siendo gorda.

Entré con actitud e inmediatamente sentí su mirada sobre mí. Fijé mi vista sobre algún aparador recuerdo, haciéndome la inocente y en parte tratando de no intimidarme por sus ojos hermosos sabor a miel, la ventana que deja asomado el infinito.

La noche era joven y transcurrió tranquila una sonrisa coqueta por allá, un par de encuentros con la mirada y después salir.

Llovía y era tarde, a mi casa no llegaba caminando, me ofreció su departamento y yo acepté haciéndome del rogar, tratando de dar justificaciones falsas.

Subimos las escaleras y recuerdo que entre flotando. Lo tenía decidido, solo dormiré, me dije a mi misma tratando de engañar a mis deseos ocultos.

Me empapé debido a la lluvia, y él amablemente se ofreció a prestarme algo de ropa (claro con la pena de que si me iba a quedar... pensé) decidí que no quería que me viera ni el hombro, pero la ropa estaba demasiado mojada así que tuve que acceder (uy que rogada!), en cuanto estuve en short, me metí entre las sábanas y no quise saber más, era lógica mi reacción, no quería que viera mi enorme cuerpo, gordo, celulítico, asqueroso. No!, no quería que lo viera. Pero a él no le importó. Ajam... como leen... no le importó, quitó las sábanas que además eran blancas (como no sentirme en el paraíso) y comenzó a tocar cada parte de mí (antes de que suba de tono), quiero decir, que él con cada beso y cada caricia me decía: acepta tu cuerpo, nena, dale, que ya lo acepto yo. Me gusta, ves? estoy aquí, queriéndote tener toda la vida.

Las horas siguientes jamás las voy a olvidar, estaba ahí en un sueño, con un príncipe de ojos miel, en un castillo con vista panorámica, con noche, luna y estrellas... con él.

La historia es verídica. Me pasó a mí. Y no a la amiga de una amiga. Me pasó a mí. Y no saben lo orgullosa que me siento de decirlo. Lo comprobé, estuve ahí y lo logré. Lo saboreé. Nada me impidió llegar hasta donde llegué y no necesité 50 kilos menos, ropa cara, zapatos altos. Era yo.

Atrévanse a soñar, nenas, príncesas de cuentos infinitos. Atrévanse, porque de los sueños vienen las realidades, las vivencias.

Cuando desperté él hizo el desayuno, como diciendo: come que así te quiero.

Yo lo acepté como quien recibe un detalle muy digno de apreciarse.

Agradecí y me llevó a casa.

Ahí esta de nuevo mi historia, acepté y me creí lo que merezco, así lo obtuve.

Me despido con mis mejores cariños para todos.

Miss_Word_ita

[como palabra chiquita]

P.D. Los silencios más intensos, son los que están repletos de todo lo que ya se ha dicho.